Preocuparse y tener en cuenta los problemas de la infancia ha sido y es uno de los principales temas a tener en cuenta en los derechos jurídicos de los menores. A lo largo de los siglos XVIII y XIX la infancia va consiguiendo un protagonismo e importancia cada vez mayor en relación con el individualismo y el papel del niño como sujeto de derechos personales. Somos conscientes que los niños del presente serán nuestro mundo del mañana, y que por tanto, olvidarnos de ellos y no atender sus necesidades presentes es apostar por un mundo sin futuro. Se pone de manifiesto la existencia de una corriente y pensamiento que cristalizará y elaborará un concepto que se traducirá en sujeto social.